General Motors Co. vendió US$18.100 millones en acciones en lo que se podría convertir en la segunda oferta pública inicial más grande de Estados Unidos. La venta corona dos años de reestructuración notable durante los cuales el fabricante de autos pasó de rogar por un rescate del gobierno a registrar sus primeras ganancias estables en más de seis años.
GM colocó alrededor de 478 millones de acciones comunes a US$33 cada una, un precio más alto del que la compañía y sus banqueros consideraban apenas hace algunos días. Se espera que 71,7 millones de acciones adicionales sean vendidas por los banqueros de GM como parte de una "sobre adjudicación", permitida cuando las ventas son más sólidas de lo esperado. La oferta pública inicial totalizó US$18.100 millones, más US$4.350 millones en acciones preferentes.
Ayer en la tarde, en el cuarto piso de la sede central de Morgan Stanley en Nueva York, los ejecutivos de GM (luciendo camisetas de la automotriz sobre sus trajes y corbatas) fueron recibidos con aplausos y vítores por los corredores. Morgan Stanley fue uno de los colocadores principales de las acciones de GM.
Los compradores de los títulos incluyeron fondos gigantes de pensiones y de cobertura, así como trabajadores y jubilados de GM. Entre los compradores extranjeros está la mayor automotriz china, SAIC Motor Corp., el principal socio de GM en el mercado automotor más grande del mundo. SAIC compró unos US$500 millones en acciones, equivalente a una participación cercana a 1%.
Lo recaudado ayudará a devolver al gobierno estadounidense los US$49.500 millones que invirtió en su controvertido rescate de la compañía, que en lo que va del año ha registrado una ganancia de US$4.070 millones.
La automotriz también ha recuperado terreno en el mercado estadounidense gracias a modelos que han tenido buenas ventas como el Chevrolet Equinox y el Buick LaCrosse.
Con la venta de acciones, el Tesoro estadounidense redujo su participación en GM de 61% a casi 26%, lo que alivia un poco la presión de los críticos que ya llamaban a la automotriz "Government Motors".
Una prueba adicional de la recuperación financiera de la compañía —y del éxito de la estrategia del gobierno de vender tantas acciones de una sola vez— tendrá lugar hoy, cuando las acciones cotizarán por primera vez desde que GM se acogió a las leyes de protección por bancarrota el primero de junio de 2009.
Los inversionistas y analistas están pendientes del tamaño del alza del primer día de un debut bursátil. Si las acciones suben más del porcentaje habitual que ronda entre 10% y 20%, algunos observadores podrían decir que el gobierno cobró muy poco y perdió dinero. Si las acciones tambalean, querrá decir que algunos inversionistas todavía cuestionan el futuro de GM.
El gobierno necesita que las acciones de GM suban mucho en los próximos años para recuperar todo el dinero que inyectó. Aunque el gobierno ha aceptado no vender títulos adicionales en los próximos seis meses, luego de ese plazo se espera que se desprenda del resto de su participación accionaria.
Con la venta del miércoles, el Tesoro perdió aproximadamente US$4.500 millones en acciones de General Motors que había comprado a un costo efectivo de US$43,84 por unidad. El Tesoro necesitaría obtener US$26.400 millones, o un promedio de US$52,79 por acción, de la participación que conserva para recuperar su inversión.
Si las acciones se transan hoy jueves a un nivel de US$38 como el que se han puesto como meta los colocadores, el Tesoro enfrentaría una pérdida total nominal de US$7.400 millones. Las acciones tendrían que subir 39% a partir de ese nivel para llegar al punto de equilibrio.
Si los colocadores de los títulos de GM ejecutan la opción de vender acciones adicionales, la oferta bursátil de GM de US$18.100 millones en acciones comunes será la segunda oferta pública inicial más grande de Estados Unidos después de la de Visa, que vendió US$19.700 millones en acciones comunes en 2008. Con la suma de US$5.000 millones de acciones preferentes vendidas, la recaudación total de GM ascendería a US$23.100 millones. Esto superaría la oferta de Citigroup Inc. (que no fue inicial) de US$21.100 millones en diciembre de 2009, que también estuvo ligada a un rescate del gobierno estadounidense.
La venta de acciones marcó el mayor paso que ha dado la compañía para cortar sus lazos con el gobierno de EE.UU.
El Tesoro ha seguido de cerca las operaciones de la compañía, aunque no ha guiado sus decisiones o estrategia.
Por más de un año, los ejecutivos de GM, incluyendo su presidente ejecutivo, han informado a los funcionarios del gobierno sobre las operaciones de la compañía todas las semanas. Esas reuniones continuarán pero se realizarán con menos frecuencia, dijeron personas al tanto.
Algunas de las restricciones que se adoptaron tras el rescate continúan, incluyendo los límites a la remuneración de los ejecutivos que, en opinión de GM, han obstaculizado sus posibilidades de atraer grandes talentos.
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