Hola Amigos, buen día,
bienvenidos a esta semana de marzo.
Una vez más, Estados
Unidos confirmó que su crecimiento económico se encuentra sólido y en buen
rumbo. El dato de empleos de febrero, conocido el viernes, superó ampliamente
las expectativas previas, y arrojó casi 300 mil nuevos puestos de trabajo,
totalizando 3,3 millones en los últimos 12 meses. A la vez, la tasa de
desempleo cayó al 5,5%, en un nivel que la Reserva Federal considera
prácticamente de pleno empleo. Una tasa por debajo del 5% generaría
riesgos de rebrotes inflacionarios.
Y precisamente, la
probabilidad de que la Fed finalmente eche mano a un alza de tipos de interés,
previendo un crecimiento de la inflación, fue determinante el viernes para que
el dólar gane terreno en todos los frentes, en especial ante el euro, el yen y
las materias primas.
Otra vez, los analistas
comienzan a evaluar el momento en que la Fed aumentará la tasa de interés.
A los pedidos -reiterados- de paciencia a los mercados por parte de la
presidente Janet Yellen se enfrenta la ansiedad de quienes esperan ver cambios
en la situación actual. Claro que la cuestión es algo más compleja de lo que
parece.
Hay una situación
totalmente anómala, como lo es el hecho de que el dólar se fortalezca como lo
hace solo con expectativas, y que las acciones de Wall Street marquen records
máximos históricos a diario, como si fuera algo de todos los días.
Se está creando una
enorme burbuja con las acciones. Estas crecen ante la falta de estímulos
para colocarse en otras posiciones, con tasas nulas, y con una enorme masa de
liquidez que se vuelca en ellas. Pero bastará que la Fed mueva apenas los
tipos de interés para que la burbuja estalle, y otra vez aparezca el caos en
las bolsas de todo el mundo, con base en Nueva York y con un efecto contagio a
nivel global inmediato.
Esto podría suceder en
los próximos meses, con consecuencias imprevisibles. Asimismo, pensar que
el dólar va a seguir creciendo a la velocidad que lo hace por mucho tiempo es algo
imprudente. Probablemente, los mercados evalúen como insuficiente un alza
de tipos al 0,5%, paso que la Fed dará con mucho cuidado. Más imprudente
aún sería llevar la tasa al 1% en forma directa. Y allí, el destino del
dólar podría comenzar a cambiar de rumbo en el mediano plazo.
Claro, un freno al dólar
contrasta, al menos en el mercado de divisas, con un euro que por lo menos en
un plazo medio seguirá muy débil, producto de la enorme oferta que desde esta
semana existirá en los mercados. Pero a la vez, una mejora en la
situación económica europea frenará la baja del euro. Otra vez a 1,30? no
tanto. Pero por encim de 1,12, que representa el 61,8% de toda su
historia, la divisa única será de nuevo protagonista para bien en los mercados.
La semana se inicia sin
informes a tener en cuenta, pero con un dólar muy fuerte, y también sobre
comprado en todos los frentes. Será menester entonces cuidar los
movimientos de corto plazo, buscando correcciones de la moneda norteamericana,
que comienzan a tomar forma en estas horas.
Amigos, tengan todos una
excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
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