martes, 6 de septiembre de 2011

COMENTARIOS DEL BANCO MUNDIAL

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, en una visita para analizar el futuro de la segunda mayor economía mundial, dijo que la inflación sigue siendo la preocupación más apremiante de China y que podría haber empujado a sus líderes a permitir una reciente aceleración en los avances de la moneda local.

Zoellick dio una conferencia de prensa el lunes en Beijing, donde se reunió con altos funcionarios como el vicepresidente Xi Jinping, el viceprimer ministro Li Keqiang y el gobernador del banco central de China, Zhou Xiaochuan, para evaluar la necesidad de que China transforme su economía hacia una impulsada por el consumo interno.

En la conferencia de prensa, el titular del banco central sostuvo que el cambio requerirá varias reformas, incluida la liberalización de los precios de los recursos, menor participación del gobierno en la asignación de recursos y más inversión gubernamental en educación y salud.

La liberalización del yuan del control del gobierno es ampliamente considerada como una parte importante de ese cambio, además de una herramienta clave para combatir la inflación. En agosto, el yuan se fortaleció un 0,9% frente al dólar, lo que equivale a un alza cercana al 12% si el avance se mantiene durante un año, muy superior a la tasa del 7,1% desde enero de 2010, cuando la fijación de la moneda china al dólar se flexibilizó.

"Sospecho que una razón por la que se ha visto una mayor apreciación de la moneda durante el verano es que la apreciación de una moneda reduce los precios internos de los bienes extranjeros y esto disminuye la inflación", indicó Zoellick.

Algunos analistas señalan que el período de fuerte apreciación del yuan no continuaría, porque tras episodios similares en el pasado, la moneda ha caído regularmente a una tasa anual de entre un 5% y un 6% ante el dólar. Y Zoellick afirma que las autoridades chinas son más llanas a la apreciación del yuan si se presenta como parte de un paquete general de reformas.

"En mis conversaciones con encargados de política chinos, algunos de ellos creen que cambiar sólo la tasa de cambio, que es una señal de precios, no sería suficiente al menos que también se hagan cambios estructurales", sostuvo.

Las reuniones de Zoellick en este viaje se han centrado en la discusión de un informe conjunto que el Banco Mundial está realizando con los encargados de política chinos sobre cómo la nación asiática podría evitar la llamada trampa de ingresos medios, término usado para describir la estanflación en muchas economías en desarrollo cuando alcanzan niveles moderados de renta per cápita al que China ahora se está acercando.

"Si China continúa con su actual ritmo de crecimiento, hacia 2030 tendría una economía equivalente a 15 Coreas del Sur actuales, usando precios de mercado", señaló Zoellick en un discurso a funcionarios chinos el sábado. "Es difícil ver cómo esa expansión podría acomodarse con un modelo de crecimiento impulsado por las exportaciones y las inversiones".

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