La economía estadounidense no logró generar el impulso que se esperaba en el
primer trimestre, lo que posiblemente derive en un año más de débil crecimiento
con señales ya aparentes de desaceleración en la contratación y las
inversiones.
El producto interno bruto, que mide todos los bienes y servicios producidos
en la economía, creció a una tasa anual de 2,5% entre enero y marzo, informó el
viernes el Departamento de Comercio.
Los economistas encuestados por Dow Jones Newswires proyectaban una expansión
anualizada de 3,2% en el primer trimestre. No obstante, el avance del PIB
representa un repunte en relación al débil crecimiento de 0,4% registrado en el
trimestre previo.
La economía ha crecido durante 15 trimestres consecutivos, pero el ritmo
promedio -levemente sobre el 2% anual- es débil según los estándares
históricos.
Las cifras sugieren que al menos inicialmente, los estadounidenses no se
vieron coartados por las alzas tributarias de enero, aunque otros datos de
gobierno sugieren que los consumidores comenzaron a desacelerar su gasto en
marzo tras un sólido inicio de año.
El gasto de las empresas disminuyó a comienzos de año. La inversión fija no
residencial creció 2,1%, frente a un aumento de 13,2% en el trimestre previo.
Esto podría sugerir que las empresas están más escépticas sobre la fortaleza de
la economía debido a la austeridad fiscal en Washington.
La economía recibió un impulso por una menor contracción en la producción de
gobierno el trimestre pasado, pero eso podría resultar en un efecto temporal. El
gasto en todos los niveles de gobierno disminuyó 4,1%, comparado con el descenso
de 7,0% en el período previo.
Un mayor contracción del gobierno está probablemente en carpeta. Los recortes
automáticos del gasto público, o "sequestration" por su término en inglés,
comenzaron en marzo, aunque el impacto podría ser más pronunciado a medida que
avanza el año cuando comiencen los permisos de ausencia del personal y
reducciones de contratos en las agencias estatales.
La inversión fija residencial -que incluye construcción y mejoras de
viviendas- creció 12,6% en el primer trimestre, acumulando sólidos avances
durante los últimos dos años.
El cambio en los inventarios privados sumó más de un punto porcentual a la
expansión general del PIB. Casi tres cuartos de ese aumento se debió a una
recuperación en los inventarios agrícolas que disminuyeron tras la sequía del
año pasado.
Las ventas reales finales, el PIB menos el cambio en inventarios privados,
crecieron 1,5% durante el período, comparado con 1,9% en los últimos tres meses
de 2012.
El comercio, que había sido un motor para la economía en los cuatro
trimestres previos, arrastró a la baja al crecimiento en el primer trimestre
debido a que las importaciones, que se restan del PIB, aumentaron 5,4%.
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