miércoles, 22 de febrero de 2012

CUANTO DINERO DEL BCE IRA A GRECIA ?

Al parecer, el Banco Central Europeo está cumpliendo su parte en ayudar a Grecia a reducir el peso de su deuda al transferir ganancias de sus posiciones en bonos de ese país a gobiernos de la zona euro. Sólo que hay un problema: aún está por verse si todo este dinero terminará realmente en Atenas.

Al entregar sus retornos a gobiernos soberanos, el BCE está sencillamente adhiriéndose a sus viejas reglas. Pero no tiene control sobre cómo España, Italia y otros países usarán su parte de los miles de millones que recibirían de los 50.000 millones de euros (US$66.000 millones) en bonos griegos que posee el BCE.

Se espera que el BCE genere una ganancia substancial con los bonos porque los compró con un gran descuento en el mercado abierto y ahora, al parecer, esos papeles se pagarán en su totalidad.

La institución se libró de asumir grandes pérdidas gracias al acuerdo de rescate de 130.000 millones de euros para Atenas a pesar de la creciente presión en las últimas semanas para que el banco central asuma un rol mayor a la hora de garantizar la deuda griega.

El pacto entre el BCE y los gobiernos de la zona euro refleja el delicado ejercicio de equilibrio que el banco afronta entre ayudar a Atenas a sobrevivir con el euro y proteger su propia independencia y credibilidad.

El BCE compró bonos griegos con un valor de unos 50.000 millones de euros en 2010 en un esfuerzo por evitar que la crisis fiscal contaminara al resto de Europa. La ganancia que genere de esta deuda contribuirá a la utilidad anual del banco y sus 17 miembros. "El BCE logró hacer que cualquier ayuda fuera indirecta… probablemente para mantener su independencia", dijo Carsten Brzeski, economista de ING Bank.

Las autoridades podrían haber tomado medidas más directas para proveer un alivio inmediato a Atenas. El BCE parecía dispuesto a canjear sus bonos griegos con el fondo de rescate de Europa, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Bajo ese escenario, el FEEF habría comprado los bonos con el mismo descuento que lo hizo el banco central, un acuerdo que le habría rendido a Grecia más de 10.000 millones de euros en reducción de deuda.

Pero de haberlo hecho así, los gobiernos habrían tenido que elevar el monto del rescate para darle al FEEF capacidad de asumir el pacto, algo a lo que se resistían debido a la oposición pública a colocar más dinero de los contribuyentes en juego.

En cambio, la semana pasada, el BCE protegió sus bonos griegos de pérdidas al canjearlos por otros que no estarían sujetos a cláusulas de demandas colectivas.

Con sus bonos a salvo de pérdidas, los papeles griegos de la institución deberían generar ganancias de alrededor de 5.000 millones de euros en los próximos tres años. Pero lo más seguro es que Atenas no reciba esa cantidad. Bajo el primer rescate de 2010, los gobiernos hicieron préstamos bilaterales a Grecia. Ahora, con el acuerdo del martes, han bajado las tasas y países como España e Italia se han quedado con costos de crédito mayores que los intereses que les pagará Grecia. Estos países podrían usar ganancias de sus bancos centrales para compensar la diferencia para no perder dinero tras el acuerdo.

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