El presidente del banco central, Mario Draghi, dijo a los periodistas en la rueda de prensa habitual tras la reunión del consejo de gobierno del BCE que las medidas, que pivotan en torno a las compras de deuda estatal en el mercado abierto, supondrán “un respaldo completamente efectivo” frente a la volatilidad del mercado.
“Necesitamos estar en posición para salvaguardar el mecanismo de transmisión de la política monetaria en todos los países del área del euro”, dijo Draghi, que reiteró que el BCE se mantendrá “firmemente dentro de su mandato” de mantener estables los precios.
Los detalles del plan estuvieron en gran medida en línea con las filtraciones del BCE y los bancos centrales nacionales en los últimos días. El BCE comprará bonos estatales que venzan en entre uno y tres años sin anunciar límites a priori, siempre que el gobierno en cuestión se haya acogido a un programa aprobado por la eurozona.
Draghi confirmó que el BCE no solicitará el rango de acreedor preferente si los bonos que compra deben reestructurarse posteriormente.
Seguirá esterilizando totalmente sus compras retirando de la circulación una cantidad equivalente y sólo seguirá con sus compras siempre que se considere que el país en cuestión cumple las condiciones que ha acordado con la zona euro, dijo Draghi.
El objetivo de la esterilización es evitar aumentar la base monetaria, que suele estar compuesta de dinero efectivo en circulación, más reservas de los bancos en el banco central.
El nuevo programa, conocido por sus siglas en inglés OMT, sustituye al actual SMP, mediante el que el banco central compró unos 209.000 millones de euros en bonos estatales. Draghi dijo que hubo una opinión divergente en el seno del BCE con respecto al programa, en aparente alusión al presidente del Deutsche Bundesbank, Jens Weidmann, que se ha opuesto públicamente al plan de compra de bonos.
Draghi también dijo que volvería a aceptar todos los bonos emitidos o garantizados por los estados de la eurozona, con lo que revirtió un reciente endurecimiento de sus exigencias de garantías para sus préstamos. Pero esto también estará sujeto a que el Estado en cuestión esté sujeto al cumplimiento de los términos de un programa de la UE.
Anteriormente, el BCE había mantenido invariados los tipos de interés. Además, revisó a la baja la previsión de Producto Interior Bruto de 2012 hasta un rango estrecho alrededor de una contracción de 0,4%, mientras que para 2013 rebajó la previsión de PIB hasta entre -0,4% y +1,4%.
También revisó ligeramente al alza sus previsiones de inflación para el mismo período, ya que ahora considera que se situará por encima de 2% este año, pero que caerá por debajo de dicho nivel el próximo ejercicio.
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