miércoles, 15 de septiembre de 2010

LA INTERVENCION DE JAPON EN EL MERCADO

Una oleada de intervenciones de Japón en el mercado de divisas que totalizó casi US$12.000 millones causó un sólido repunte del dólar frente al yen, un exitoso comienzo para lo que parece ser una campaña de Tokio para frenar un creciente yen que amenaza con atenazar a su economía.

Los participantes del mercado se mostraron sorprendidos por el alcance de la operación y por los signos de que una institución conservadora como el Banco de Japón permitiría que los yenes adicionales permanezcan en la economía, unaaudaz decisión para los estándares del banco central que podría devaluar la divisa local.

El aluvión inicial de órdenes de venta de yenes llegó al mercado a primeras horas de la jornada en Asia después de que el dólar alcanzara un nuevo mínimo de 15 años de 83 yenes, al parecer un nivel de intervención de unas autoridades preocupadas durante semanas por la continua revalorización del yen.

El efecto fue inmediato, llevando al dólar a registrar una fuerte alza, y se vio seguido por posteriores oleadas de ventas que llevaron a la divisa estadounidense por encima de los 85 yenes, avances que se mantuvieron una vez los mercados europeos tomaron control de las negociaciones globales.

Los operadores dijeron a Dow Jones Newswires que las ventas comenzaron con una primera ronda de entre 200.000 millones y 300.000 millones de yenes, seguida de más ventas hasta alcanzar un total estimado de 1 billón (un millón de millones) de yenes durante las negociaciones en Asia.

Un funcionario del Ministerio de Finanzas de Japón dio a entender que la acción del miércoles no sería la última adoptada por las autoridades. "Cuando la intervención en el mercado de divisas modifica los preciios, habrá nuevos vendedores y compradores y responderemos a esa situación continuamente", dijo.

Si la historia sirve de guía, a los mercados les queda una larga espera. La última vez que Japón intervino en el mercado para hacer caer al yen, vendió una cifra estimada de 35 billones de yenes desde enero de 2003 a marzo de 2004. Un estudio estimó el gasto en unos 285.000 millones de yenes cada vez que intervino el gobierno, una cantidad empequeñecida por el billón de yenes gastado el miércoles.

Varias divisas asiáticas, incluyendo el yuan chino, cayeron contra el dólar tras conocerse la intervención japonesa. Beijing, que controla de cerca el valor de su propia divisa, no realizó comentarios el miércoles sobre la decisión de Japón. China ha rechazado continuamente las críticas extranjeras a su política monetaria alegando que los países deberían tener el derecho de determinar sus propios mecanismos sobre la tasa de cambio.

Muchos analistas afirman que el reciente aumento en la compra por China de bonos del gobierno japonés ayudó a impulsar el valor del yen.

Los líderes corporativos en Japón, que han exhortado al gobierno a actuar ante las menguantes ganancias en los mercados extranjeros, mostraron su satisfacción por la medida del gobierno japonés. Sony Corp. djo que espera que el gobierno continúe dando los pasos adecuados para frenar el alza del yen.

Las acciones se dispararon, con el índice de referencia japonés, el Nikkei Stock Average, registrando su mayor impulso en más de cinco semanas, liderado por exportadores como Toyota Motor Corp. y Sony. El indicador cerró con un alza de 2,3%, a 9.516,56 puntos.

El gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa, dijo en un comunicado que "espera firmemente" que la acción "contribuya a la formación de una estable tasa de cambio de divisas".

Mientras tanto, funcionarios del gobierno japonés dijeron que, a diferencia de anteriores intervenciones, el Banco de Japón dejaría en el mercado el dinero adicional resultante de la venta de yenes. En el pasado, absorbió la liquidez extra a través de un proceso conocido como "esterilización".

Una persona familiarizada con la forma de pensar del Banco de Japón dijo a Dow Jones Newswires que el banco central "no ve la necesidad de absorber" los yenes vendidos, ya que minaría la eficacia de los esfuerzos del gobierno para debilitar la divisa.

Los analistas ven esta nueva estrategia como una importante medida para aumentar la base monetaria de Japón como otra arma para combatir una prolongada espiral deflacionaria que ha lastrado a la economía.

Tambien la ven como una señal de la disposición del banco central de hacer más para ayudar a la economía. Los analistas financieros y participantes del mercado han criticado al Banco de Japón por negarse a adoptar medidas más severas para poner fin al ciclo deflacionario en el país.

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