El banco central de España dijo que las entidades financieras del país necesitarán 15.150 millones de euros (US$21.070 millones) de capital adicional, pero Moody's Investors Service publicó una estimación mucho mayor que asustó a los mercados y cuestionó la credibilidad de los datos oficiales.
El informe difundido por el Banco de España el jueves, cuyo objetivo era proporcionar un nuevo criterio para el saneamiento de los bancos con dificultades y apuntalar la confianza de los inversionistas, se vio ensombrecido cuando Moody's bajó la calificación de la deuda del gobierno español de Aa1 a Aa2 con perspectiva negativa.
La firma calificadora citó como uno de los motivos para la decisión su estimación de que los bancos españoles necesitarán entre 40.000 millones y 50.000 millones de euros, en línea con los pronósticos de muchos analistas. En un escenario todavía más extremo, estima que podrían necesitar entre 110.000 millones y 120.000 millones de euros.
La rebaja de la calificación contribuyó a una ola de ventas en los mercados bursátiles mundiales y provocó un salto en el costo del financiamiento en España, elevando la diferencia entre el interés que paga España por encima del bono de referencia alemán a 2,27% frente al 2,20% del miércoles. El euro también se desplomó versus el dólar.
España es la mayor de las atribuladas economías de la zona euro y a los inversionistas les preocupa que los otros gobiernos de la región carezcan de la voluntad o los recursos para rescatar al país si no puede pagar sus deudas, lo que podría hundir la moneda común europea.
En otro informe, Fitch Ratings calculó que los bancos españoles podrían necesitar entre 38.000 millones de euros y 96.700 millones de euros en capital adicional.
Michael Symonds, analista de crédito de Daiwa Capital Markets, dijo: "Es fácil ver por qué el mercado pueda dudar" de la estimación del Banco de España cuando tanto Moody's como Fitch publicaron cifras mucho más elevadas.
Algunos analistas señalaron que los reguladores españoles utilizan definiciones diferentes del capital base, una medida clave de la capacidad de un banco para absorber pérdidas inesperadas. Por ejemplo, no requieren que los bancos españoles deduzcan las inversiones en las compañías de seguros y, en algunos casos, les permiten incluir bonos convertibles obligatorios, un tipo inversión de deuda que se convierte en capital bajo ciertas condiciones. Los reguladores en el Reino Unido y en otros lugares no lo hacen.
Los reguladores españoles "son un poco más generosos" a la hora de definir el capital, dijo María José Lockerbie, analista de Fitch.
Estas diferencias en la forma en la que los países evalúan el capital han generado cierta inquietud acerca del rigor de las "pruebas de resistencia" de la banca europea cuyos resultados se darían a conocer en junio.
Joseph Dickerson, analista del banco de inversión Espirito Santo en Londres, aseveró que las cifras del Banco de España no eran útiles para medir la salud del sistema bancario español. "Lo que realmente se quiere saber es cuánto capital necesitan estos bancos en un escenario razonable de tensión en la calidad de los activos", subrayó.
El informe del Banco de España se deriva de la nueva normativa española que exige a todos los bancos que cotizan en bolsa contar con un ratio de capital básico de 8%. Para los bancos que no cotizan, fijó un nivel de 10%.
El gobierno ha dado a los bancos hasta septiembre para que cubran sus déficits de capital con dinero procedente de fuentes privadas. De lo contrario, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, o FROB, financiado por el estado, les dará el capital a través de la compra de participaciones.
El gobierno, sin embargo, en algunos casos, concederá prórrogas hasta diciembre para la venta de participaciones a inversionistas privados y hasta marzo de 2012 para las ofertas públicas iniciales.
En una reunión con los periodistas, el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero defendió la cifra. "Es difícil poner en duda la credibilidad del Banco de España, construida a lo largo de décadas", aseveró.
En un comunicado, el Banco de España dijo que Bankia, la entidad creada hace poco a partir de siete cajas de ahorros que no cotizan en bolsa lideradas por Caja Madrid, registró el mayor déficit de capital con 5.780 millones de euros. No obstante, si sigue adelante con su planeada salida a bolsa, tendrá que cubrir un déficit de tan sólo 1.800 millones de euros porque los bancos cotizados tienen menores requerimientos de capital.
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