El presidente de la Reserva Federal estadounidense, Ben Bernanke, no está dispuesto a consentir que la primera economía del mundo no termine de despegar. Por eso, acaba de indicar en un discurso pronunciado en Arlington (Virginia) que la política monetaria tiene que seguir siendo acomodaticia para sostener la recuperación del empleo. El mercado se ha venido arriba al interpretar que la FED se tomará su tiempo antes de abandonar su política de bajos tipos de interés. Y muy probablemente se embarcará en más compras de bonos.
El descenso del desempleo puede suponer un cambio en la tendencia de los despidos masivos que se vieron en 2008 y 2009, ha advertido Bernanke.En la medida en que se complete esta tendencia, los sucesivos descensos en la tasa de paro requerirán probablemente una expansión más rápida de la producción y la demanda de empresas y consumidores, un proceso que puede ser apoyado por políticas más acomodaticias, ha explicado.
Al pronunciar estas palabras, el banquero estadounidense está contemplando como un hecho cierto la mejora del desempleo, aún cuando el panorama “dista mucho de estar normalizado”, como lo demuestran las altas cifras de desempleo de larga duración o el hecho de que el número de horas trabajadas todavía esté lejos de los niveles alcanzados antes de la crisis. Pero lo que es más importante; Bernanke ha sugerido que la política monetaria tiene que seguir apoyando esta recuperación.
“No podemos estar seguros todavía de que el reciente ritmo de mejora en el mercado laboral sea algo sostenido”, ha recordado Bernanke. Y la subida de los futuros americanos ha sido inmediata, lo que refleja que los inversores interpretan que la FED se tomará su tiempo antes de plantear una estrategia de salida a su política de tipos de interés próximos al cero por ciento.
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