La tan anticipada cumbre de la Unión Europea de esta semana no producirá una
solución duradera a los problemas económicos y financieros de la eurozona, dijo
el lunes el ex jefe del banco central alemán Axel Weber.
En una entrevista con The Wall Street Journal, Weber, ex presidente del
Deutsche Bundesbank y ex miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central
Europeo, redujo las expectativas de algunos inversionistas sobre un acuerdo
decisivo en la reunión de líderes europeos programada para el jueves y el
viernes en Bruselas.
"Es otra reunión de política monetaria", dijo Weber, que ahora es presidente
de la junta directiva del banco suizo UBS AG. "Habrá algunos compromisos
adicionales... Esta no será una reunión que abarque todo y resuelva todos los
temas".
Weber sostuvo que el mayor obstáculo para la estabilidad del euro es el hecho
de que varios miembros del bloque monetario no han acordado compromisos
"creíbles" y vinculantes que generen una probidad fiscal regional a largo plazo.
Si Italia, Francia y otros países de la zona siguen oponiéndose a que "su
flexibilidad a largo plazo se vea socavada" por medidas impulsadas por Alemania,
la eurozona continuará experimentando "un viaje en montaña rusa" este verano
boreal e inyectará volatilidad en los mercados financieros mundiales, afirmó
Weber en una entrevista durante su visita a Washington, donde dará un discurso
en la conferencia The WSJ CFO Network.
Weber dijo que los mercados, que han sufrido muchos vaivenes en los últimos
meses, no deberían esperar "grandes noticias antes de fin de año". Con vistas a
la cumbre europea, cuatro líderes de la UE —José Manuel Barroso, Mario Draghi,
Jean-Claude Juncker y Herman Van Rompuy— están elaborando un informe sobre los
pasos necesarios para lograr una unión económica más estrecha y las condiciones
bajo las cuales podría ocurrir. El informe probablemente sentará las bases para
las negociaciones entre los gobiernos europeos en lo que resta del año.
"Europa está luchando con lo siguiente: ¿cuánta soberanía será traspasada en
el largo plazo a nivel europeo y cuál es la solución a corto plazo?", señaló
Weber.
Weber afirmó que respalda enérgicamente la postura de la canciller alemana
Angela Merkel acerca de la crisis de la eurozona, ya que cree que tiene razón al
insistir en un compromiso regional para lograr una estricta disciplina respecto
a los gastos y el endeudamiento, junto a reformas estructurales que afectan los
mercados laborales, antes de mostrar flexibilidad en cuanto a potenciales
medidas a corto plazo.
Es una situación "quid pro quo", dijo Weber.
Lejos de estar "aislada" y debilitada políticamente, como muchos ven a
Merkel, la canciller alemana goza de una amplia popularidad entre el electorado,
agregó.
Pese a la reciente crisis, Weber dijo que la zona euros de 17 países
probablemente saldrá ilesa. No habrá un "momento Lehman" en el cual los bancos
enfrenten una escasez crítica de liquidez, ni tampoco habrá una crisis de
solvencia, gracias a las medidas del BCE. En consecuencia, las corridas
bancarias por parte de depositantes minoristas particulares se mantendrá bajo
control, sostuvo.
El BCE ha vuelto más riesgoso su balance a través de medidas que buscan
mantener los bancos de la zona euro solventes y líquidos, dijo Weber. Lo que
está en cuestión es si "ha expandido demasiado su balance hasta ahora" y si
impulsará la inflación. "La inflación a corto plazo no es un riesgo en este
momento. No creo que sea un problema".
Refiriéndose a su puesto actual en UBS, Weber dijo que la línea dura adoptada
por los reguladores suizos sobre los requisitios de capital podría beneficiar la
estrategia del banco de enfocarse en individuos ricos.
Suiza ha ido más allá que la mayoría de los países y exigió que UBS y Credit
Suisse Group AG reserven hasta un 19% de sus activos como colchones de capital.
UBS acumuló grandes pérdidas durante la crisis financiera y tuvo que ser
rescatado por el gobierno suizo.
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