El Tribunal Constitucional de Alemania echó por tierra el miércoles los intentos
de que se retrasara la ratificación del Mecanismo Europeo de Estabilidad y del
Pacto Fiscal por parte del país, pero puso estrictas condiciones para que no se
extralimite.
Con esta decisión, se elimina una gran incertidumbre que pesaba sobre dos
elementos cruciales del plan de la zona euro para gestionar su crisis de deuda y
se allana el camino para la creación de un mecanismo permanente de rescate en la
región que ofrecerá ayuda financiera a gran escala a los países con más
problemas del bloque.
Los mercados financieros europeos reaccionaron con entusiasmo al anuncio. El
euro subió por encima del nivel de US$1,29 por primera vez en cuatro meses, las
bolsas avanzaron y la rentabilidad de la deuda soberana de los países de la
eurozona con problemas bajó.
El Tribunal Constitucional alemán dijo que la responsabilidad de Alemania
respecto a los 500.000 millones de euros del fondo de rescate no se debe
incrementar por encima de los 190.000 millones de euros acordados sin el
consentimiento expreso del Parlamento alemán, que, además, debe contar con
información suficiente para tomar sus decisiones.
"La República Federal de Alemania debe expresar que no desea seguir obligada
por el Tratado del MEDE en su totalidad si las reservas que éste hace resultan
ineficaces", dijo el presidente del Constitucional, Andreas Vosskuhle, en la
sala.
El Tribunal también dijo que no ha tomado ninguna decisión sobre si las
compras de bonos en el mercado secundario por parte del Banco Central Europeo
—un mecanismo que pretende utilizar para rebajar los costes de financiación de
los países con problemas— infringen el tratado del MEDE.
Indicó que dará un dictamen sobre el OMT, como se conoce al programa de
compra de bonos, cuando publique el veredicto final sobre el MEDE y el Pacto
Fiscal, que se espera para diciembre.
Sin embargo, dejó claro que no aceptará ninguna interpretación del tratado
del MEDE que permita que el fondo de rescate tome prestado directamente del BCE.
Los legisladores de la eurozona han flirteado con la posibilidad de dar al MEDE
el poder de incrementar su capacidad de préstamo, pero tanto el BCE como varios
gobiernos, entre ellos el de Alemania, han puesto objeciones.
"El dictamen de hoy no ha solucionado la crisis, ni tampoco la decisión del
BCE de la semana pasada", señaló Carsten Brzeski, economista de ING en Bruselas.
"Sin embargo, después de que las autoridades monetarias y legales hayan hecho lo
que les corresponde, el destino de la eurozona está ahora exclusivamente en
manos de los estados".
El MEDE y el Pacto Fiscal son muy polémicos en Europa porque representan un
viraje profundo y permanente del principio de la soberanía nacional en cuanto a
política presupuestaria. El Pacto Fiscal restringe los derechos de los estados
miembros de la eurozona para acumular déficit públicos, permitiendo la
supervisión multilateral de la Comisión Europea y el resto de la eurozona.
Por su parte, el MEDE prevé la creación de un fondo de 500.000 millones de
euros para rescatar a miembros de la eurozona. Esto último ha generado temores
en Alemania porque los contribuyentes del país podrían verse obligados a hacerse
responsables de las deudas de otros países.
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