lunes, 10 de septiembre de 2012

GRECIA DE NUEVO RINDE CUENTAS Y NEGOCIA

Grecia retomará  las conversaciones con la troika de acreedores internacionales, que son cruciales para asegurar la financiación de un país que dentro de unas semanas se quedará sin dinero y que necesita mantener a flote una economía que no crece desde 2007.

El Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo visitarán Atenas para evaluar los progresos hechos en materia de reformas y decidir si el país es apto para recibir el siguiente tramo de su multimillonario programa de rescate. Las conversaciones se retoman tras un mes de receso y se espera que se prolonguen hasta finales de septiembre.

"Es una visita crucial", dijo Dimitris Keridis, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Atenas. "Las reservas de dinero están empezando a agotarse y los bancos necesitan ser recapitalizados para poder conceder créditos a los negocios e impulsar la economía".

En la agenda de estas conversaciones destacarán los 13.500 millones de euros en recortes que la troika le exige al gobierno griego a cambio del desembolso de su último programa de ayuda de 173.000 millones de euros. Estos recortes elevaron la tasa de desempleo de Grecia a 24,4% en junio y redujeron la capacidad adquisitiva de los que aún disponen de un trabajo a niveles no vistos desde 2003. Las protestas en contra de los ajustes esta semana culminarán en una gran manifestación en Tesalónica el sábado convocada por los sindicatos para coincidir con la visita a la ciudad del primer ministro del país, Antonis Samaras.

Las perspectivas de que Grecia no pueda cumplir con las condiciones impuestas para el rescate, o que rechace cumplirlas, como defiende el opositor partido de la izquierda radical Syriza, han provocado especulaciones de que el país será obligado a abandonar la eurozona.

Si los inspectores ratifican esos recortes y otras reformas, Grecia recibirá 31.500 millones de euros el mes que viene. Su informe, que será entregado antes de la reunión de ministros europeos de Finanzas del próximo 8 de octubre, también desempeñará un papel determinante a la hora de decidir si Grecia consigue una extensión de dos años del plazo concedido para cumplir con los estrictos objetivos de déficit público. El gobierno griego ha colocado esa ampliación del plazo en el centro de sus políticas con la esperanza de diseminar los recortes y relajar los ajustes.

El ministro de Finanzas, Yannis Stournaras, tiene previsto reunirse con los inspectores de la troika el domingo. Presentará los avances hechos en materia de reformas hasta el momento.

La decisión por parte de Europa de acceder o no a esa extensión se conocerá una vez que los inspectores de la troika hayan finalizado su informe.

Tras su anterior viaje a Atenas en agosto, la troika anunció que las conversaciones con Grecia iban bien. Desde ese momento, el débil gobierno tripartito de Grecia ha estado intentando diseñar un plan de recortes, con desavenencias entre sus integrantes sobre dónde realizar los recortes.

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