Hola Amigos, buen día.
Una jornada importante nos espera en el mercado de divisas, con dos
anuncios cuyos efectos se sentirán no solo en la sesión americana, sino también
en las próximas semanas, y tal vez meses.
En primer lugar, a las
8.30 del este, se conocerá el PBI avanzado (primera de tres mediciones) de
Estados Unidos, correspondiente al primer trimestre de este año. De las
tres, es la cifra que más impacta en los precios del dólar, habida cuenta de
que es la primera aproximación a la medición que quedará sellada recién a fines
de junio.
Al respecto, los
pronósticos no son alentadores. La primera economía del mundo habría
crecido a su menor ritmo desde el primer trimestre de 2014, cuando el durísimo
invierno de ese año impactó de lleno en el primer trimestre. El 1% de
crecimiento previsto no es un buen augurio para el dólar, que se fortaleció
durante prácticamente un año sin descanso a fuerza de buenas mediciones de PBI
y de generación de empleo, en la expectativa de que la Fed incrementaría por
tal motivo los tipos de interés de referencia.
Pero se cierra un mes
que no quedará en el recuerdo como el mejor para Estados Unidos. Una baja
cantidad de empleos creados en marzo, una inflación que no crece, ventas minoristas
deprimidas, y ahora un PBI del primer trimestre muy bajo, y también una baja en
la confianza del consumidor, dato conocido el martes, son los argumentos que
probablemente utilice la Fed para no modificar su política monetaria al menos
hasta septiembre, como estima gran parte de los especialistas.
Y precisamente, a las
3.00 pm del este, es cuando se de a conocer el comunicado de política monetaria
de la Reserva Federal. Sin margen para cambios, esta reunión, la tercera
de ocho que tendrá el organismo en 2015, aparece como la que menor expectativa
genera en los mercados.
No hay cambios de tasa
previstos, tampoco inyecciones de dinero, y menos aún recortes. Qué se
puede esperar entonces? No mucho, pero sí analizar las palabras que
brinde el comunicado, que en estas circunstancias de pocas noticias luce como
el mayor atractivo. Un cambio en las expresiones podría generar un
movimiento fuerte del dólar, aunque los oficiales de la Fed algo conocen del
tema, y se cuidarán muy bien de que ello no ocurra, salvo que esa sea su
voluntad.
El dólar, en este
contexto, retrocedió moderadamente ante las monedas principales, en un
movimiento que de alguna forma fue anticipado por la marcada corrección alcista
del petróleo, variable que siempre lidera los mercados, por tener influencia
directa sobre la economía global.
El ejemplo más claro lo
tuvimos el martes con la libra Esterlina: aún cuando el PBI de Reino
Unido creció por debajo de lo esperado, y se esperan elecciones generales para
dentro de pocos días, la moneda británica no dejó de crecer como lo hizo el
euro y en menor medida el yen.
Y también el dólar
australiano, que pese a que el titular del Banco de la Reserva de Australia,
Glenn Stevens no dijo algo excepcional, se fortaleció en buena forma el martes,
en un movimiento que podría continuar en los próximos días.
La corrección bajista
del dólar podría entonces acentuarse hacia mediados de mayo, dependiendo en
gran parte de los datos que se conozcan hoy. De allí es que nuestra
recomendación, como es habitual, es esperar a que los movimientos se atenúen
para luego sí tomar acción en el mercado. Y esta vez, en contra de las
sugerencias de gran cantidad de meses hasta aquí, será mejor buscar posiciones
de venta de la moneda norteamericana.
Amigos, tengan todos una
excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
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