lunes, 16 de julio de 2012

INFORME DEL FMI

El Fondo Monetario Internacional rebajó el lunes sus perspectivas para la economía mundial y pidió a los dirigentes que tomen firmes medidas para combatir los riesgos para la débil recuperación mundial. El FMI espera que la economía mundial crezca 3,5% este año, lo que supone una modesta rebaja de 0,1 puntos porcentuales de la previsión de hace tres meses. Se trata de su previsión más baja desde 2009.

Esta nueva estimación se basa en tres grandes supuestos: que los líderes de la eurozona tomen "medidas políticas suficientes" para suavizar su crisis financiera, que Estados Unidos actúe para evitar un mayor ajuste de la política fiscal el próximo año y que los mercados emergentes sigan haciendo esfuerzos para avivar su crecimiento.
"La tendencia es algo peor de lo que sugieren las previsiones. Aún tenemos una débil recuperación mundial", dijo el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, en una entrevista con The Wall Street Journal.

La estimación de crecimiento anual de este año es la más baja del FMI en casi una década, sin tener en cuenta 2009.  El FMI prevé un menor crecimiento este año en casi todas las grandes economías debido a que el temor a que se agrave la crisis pesa tanto en empresas como en consumidores, haciendo que se contraiga el comercio. El FMI dijo que las tensiones de los países europeos más débiles ha vuelto a niveles de crisis que no se veían desde finales del año pasado, antes de que el Banco Central Europeo actuara para suavizar las presiones sobre el bloque.

El Fondo dijo que el BCE podría tener que tomar más medidas para respaldar la economía de la eurozona, como compras de bonos estatales, medidas de financiación adicionales para apoyar a la banca o compras activos mediante lo que se conoce como expansión cuantitativa.
Blanchard dijo que la caída del euro frente al dólar "sería buena" para ayudar a la debilitada economía europea. Según sus cálculos, una caída de 10% del euro generaría un aumento en el PIB de 1,4% en un año. Sin embargo, beneficiaría a economías más fuertes como Alemania y los Países Bajos, más que a los países de la periferia con problemas, como Grecia, Portugal, España e Italia.
"Los países de la periferia deben mejorar su competitividad", dijo Blanchard. "Eso no es algo que la política monetaria, a nivel del euro, o la política fiscal puedan hacer".  Aunque Europa sigue en el epicentro del riesgo de la economía mundial, el FMI dijo que las preocupaciones se han expandido fuera del continente.

La economía estadounidense muestra un "crecimiento menos robusto" de lo previsto en abril por una "pérdida de impulso subyacente", dijo el Fondo. La última previsión del FMI para la economía global se basa en el supuesto de que los legisladores de Estados Unidos evitarán que se apliquen unos elevados recortes del gasto y subidas de impuestos por parte del Gobierno, previstos para final de año. Si no, el crecimiento estadounidense podría estancarse el próximo año, creando nuevos riesgos mundiales, dijo.

Las economías emergentes como Brasil, China e India también se están ralentizando por el debilitamiento de la demanda interna y una mayor aversión al riesgo entre los inversores. El Fondo ha rebajado su previsión de crecimiento para Brasil este año a 2,5%, desde el 3,1% estimado en abril, y ha reducido la perspectiva de India a 6,1% desde el 6,8% previo.



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