jueves, 5 de julio de 2012

QUE LE ESPERA A ESPAÑA

¿Y ahora qué? Esa es la pregunta que se hace el mercado tras la euforia del viernes, cuando el IBEX-35 se anotó su mayor subida desde mayo de 2010 --un 5,7%-- propulsado por las medidas acordadas en la cumbre europea, que suponen un alivio importante a corto plazo para los costos financieros de España.
De momento, la prima de riesgo se relaja y se sitúa en torno a los 478 puntos básicos, mientras que la rentabilidad del bono español a diez años baja al 6,3%. España respira.

Y todo gracias a un mes de junio que ha sido crucial para despejar dudas: Grecia sigue en el euro, los líderes europeos van acercándose más a una solución de la crisis de deuda que permitirá reducir el riesgo soberano y bancario, y España ha ganado la Eurocopa --Paul Krugman dice que la felicidad de los españoles por el triunfo de La Roja puede ayudar "a que se gaste un poco más" y a la "autoconfianza", ahí es nada.

Pero el rutilante acuerdo de los líderes europeos no impedirá que los inversionistas, tras descargar su adrenalina el viernes pasado, se fijen serenamente en la letra pequeña. Todavía quedan por concretar los detalles en torno a las compras de deuda por parte de los fondos de rescate o sobre la recapitalización directa a los bancos, y es posible que vuelvan a surgir dudas antes de ver una recuperación clara del mercado.

"No descartamos, sobre todo después de lo sucedido tras otras reuniones, que los inversionistas aprovechen estas dudas para 'atacar' a la deuda europea y sembrar la incertidumbre en los mercados", señaló el lunes Renta 4 en una nota.

Muchos argumentan que, pese a que el anuncio sobre la unión bancaria es una noticia positiva, no es sino un paso más en el largo trayecto hacia el final del túnel, un revulsivo para apuntalar el ánimo de los mercados, pero no una solución a largo plazo para el problema larvado de la eurozona: las diferencias estructurales entre unos países y otros.

"Este no es un cambio innovador de la estructura a largo plazo y seguimos siendo cautos sobre el sector bancario europeo", dijo el lunes JP Morgan en una nota.

Otros creen que el éxito de las medidas no se plasmará en una reacción al alza sostenida de los mercados hasta que no se restablezcan los flujos financieros entre los países del centro y la periferia de la eurozona, poniendo fin a la huida de capitales que viene produciéndose desde hace meses.

Habrá que esperar, aunque por ahora se ve un IBEX-35 reforzado --como acredita la subida del 16% en junio--, inmune a las especulaciones que apuntaban el lunes a que Holanda y Finlandia planean bloquear la compra de bonos por parte del MEDE en el mercado secundario.

Los inversionistas ahora tienen cosas mejores en las que pensar, como en una baja de los  tipos de interés del Banco Central Europeo.

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