No existe una solución mágica para acabar con todos los problemas de la crisis
de deuda de la eurozona, sino que cada país miembro de la eurozona así como los
legisladores de la Unión Europea deberán actuar para recuperar la confianza en
la eurozona, dijo el lunes Joerg Asmussen, miembro del consejo ejecutivo del
Banco Central Europeo.
"Encontrar el equilibrio adecuado entre las responsabilidades nacionales y
europeas" es el camino futuro "para volver a situar a la unión europea en el
camino de la sostenibilidad", dijo Asmussen en un discurso en Atenas.
"Aquellos que abogan por 'una solución de una vez por todas' --ya sea una
licencia bancaria para (el fondo de rescate permanente de la eurozona, el)
Mecanismo Europeo de Estabilidad, un sistema europeo de transferencia o
similar-- están ante un análisis superficial", dijo Asmussen.
Señaló que los bonos comunes de la eurozona no son una solución rápida a la
crisis y reiteró que "no son una herramienta para gestionar la crisis" y que
este tipo de instrumentos sólo podrían aplicarse después de implementar una
unión fiscal.
Una unión fiscal en la eurozona evitaría que los países acumularan demasiada
deuda, una unión económica garantizaría que los países puedan ajustar sus
políticas económicas sin necesidad de ajustar el tipo de cambio, y una unión
política reafirmaría la legitimidad democrática del euro, dijo Asmussen. "Unas
sólidas y ejecutables normas de gobierno pueden sentar las bases para la emisión
de deuda común, pero aquí la secuencia es clave", dijo Asmussen.
La idea de emitir bonos comunes de la eurozona ha sido rechazada
reiteradamente por Alemania, la mayor economía de la región, dado que esto
incrementaría los costes financieros de los países más débiles de la unión
monetaria.
En cuanto a los problemas individuales de los países de la eurozona, Irlanda
y Portugal deberían continuar implementando sus programas de ajustes de
perspectivas, y España debería tener un "plan de recapitalización convincente
que elimine todas las dudas sobre la solvencia de sus bancos", dijo Asmussen.
Chipre, el quinto país en pedir un rescate a la UE, debería abordar sus
vulnerabilidades económicas y financieras, dijo Asmussen sin ofrecer más
detalles. Pidió a Grecia que empiece a implementar su programa de reformas sin
más retrasos.
En cuanto a los miembros más fuertes de la eurozona, entre ellos Francia y
Alemania, deberían "adelantarse a las reformas fiscales y estructurales", dijo.
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