lunes, 2 de julio de 2012

SEGUIMOS CON EUROPA

No existe una solución mágica para acabar con todos los problemas de la crisis de deuda de la eurozona, sino que cada país miembro de la eurozona así como los legisladores de la Unión Europea deberán actuar para recuperar la confianza en la eurozona, dijo el lunes Joerg Asmussen, miembro del consejo ejecutivo del Banco Central Europeo.
"Encontrar el equilibrio adecuado entre las responsabilidades nacionales y europeas" es el camino futuro "para volver a situar a la unión europea en el camino de la sostenibilidad", dijo Asmussen en un discurso en Atenas.

"Aquellos que abogan por 'una solución de una vez por todas' --ya sea una licencia bancaria para (el fondo de rescate permanente de la eurozona, el) Mecanismo Europeo de Estabilidad, un sistema europeo de transferencia o similar-- están ante un análisis superficial", dijo Asmussen.

Señaló que los bonos comunes de la eurozona no son una solución rápida a la crisis y reiteró que "no son una herramienta para gestionar la crisis" y que este tipo de instrumentos sólo podrían aplicarse después de implementar una unión fiscal.

Una unión fiscal en la eurozona evitaría que los países acumularan demasiada deuda, una unión económica garantizaría que los países puedan ajustar sus políticas económicas sin necesidad de ajustar el tipo de cambio, y una unión política reafirmaría la legitimidad democrática del euro, dijo Asmussen. "Unas sólidas y ejecutables normas de gobierno pueden sentar las bases para la emisión de deuda común, pero aquí la secuencia es clave", dijo Asmussen.

La idea de emitir bonos comunes de la eurozona ha sido rechazada reiteradamente por Alemania, la mayor economía de la región, dado que esto incrementaría los costes financieros de los países más débiles de la unión monetaria.

En cuanto a los problemas individuales de los países de la eurozona, Irlanda y Portugal deberían continuar implementando sus programas de ajustes de perspectivas, y España debería tener un "plan de recapitalización convincente que elimine todas las dudas sobre la solvencia de sus bancos", dijo Asmussen. Chipre, el quinto país en pedir un rescate a la UE, debería abordar sus vulnerabilidades económicas y financieras, dijo Asmussen sin ofrecer más detalles. Pidió a Grecia que empiece a implementar su programa de reformas sin más retrasos.

En cuanto a los miembros más fuertes de la eurozona, entre ellos Francia y Alemania, deberían "adelantarse a las reformas fiscales y estructurales", dijo.

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